Tanta ausencia merece una explicación, pero sobre todo creo que yo merezco comprensión. Sucede que ha llegado el día 19 de enero, desde el cual comienza una etapa dificil, por no llamar destructiva como en Astrología, donde la vida se torna compleja y sobre todo a prueba de errores que pueden ser catastróficos. A partir de hoy será arriesgado tomar decisiones en las que implique un cambio radical en mi vida, en las que tenga que ser tajante para decidir algo o hacer un cierre.
Terminar con los tiempos de placer, de protección y de diversión es bastante complicado. El fin de semana pasado reflexionaba acerca de lo que te acostumbras por el entorno que te rodea, o mejor dicho, del que decides rodearte. En efecto siempre he estado consciente de ello con sus implicadas consecuencias: El vicio, y no hablo de drogas ni de alcohol. Me he acostumbrado a no perder, y si hay que perder, es mejor cuanto antes para que sea menos. Ayer conversabamos sobre la imposibilidad de hacer de nuestra situación cual película de ficción en la que un día de pronto despertamos y decidimos cambiar, comenzar otra etapa y trabajar para lograr diversos objetivos. Este caso es posible, más no tal cual te lo había hecho creer la experiencia sino hasta ahora. En mi caso claro, es distinto, yo lo sé por que ni en una novela ocurre, por que para escribir mucho hay que vivir mucho, por que para decir mucho no en cantidad, sino en profunidad hace falta lo mismo: vivir y saber... y sabiendo llega la imaginación, llega la inspiración, la cual no tengo ahora en su mejor momento.
Queda agregar que Urano sigue de mi especialmente acordado, y que de vez en cuando, de vez en diario, me trae decepciones de las que pocas y sobre todo las últimas me he quedado sin ganas de resolver. Por que ya no quiero hacer nada más al respecto, por que estoy cansado de pagar más por menos, de tener menos por más de mi entrega, de mi... de mi. Por que se me está enfriando la sopa y es mejor que vaya a comer.
Terminar con los tiempos de placer, de protección y de diversión es bastante complicado. El fin de semana pasado reflexionaba acerca de lo que te acostumbras por el entorno que te rodea, o mejor dicho, del que decides rodearte. En efecto siempre he estado consciente de ello con sus implicadas consecuencias: El vicio, y no hablo de drogas ni de alcohol. Me he acostumbrado a no perder, y si hay que perder, es mejor cuanto antes para que sea menos. Ayer conversabamos sobre la imposibilidad de hacer de nuestra situación cual película de ficción en la que un día de pronto despertamos y decidimos cambiar, comenzar otra etapa y trabajar para lograr diversos objetivos. Este caso es posible, más no tal cual te lo había hecho creer la experiencia sino hasta ahora. En mi caso claro, es distinto, yo lo sé por que ni en una novela ocurre, por que para escribir mucho hay que vivir mucho, por que para decir mucho no en cantidad, sino en profunidad hace falta lo mismo: vivir y saber... y sabiendo llega la imaginación, llega la inspiración, la cual no tengo ahora en su mejor momento.
Queda agregar que Urano sigue de mi especialmente acordado, y que de vez en cuando, de vez en diario, me trae decepciones de las que pocas y sobre todo las últimas me he quedado sin ganas de resolver. Por que ya no quiero hacer nada más al respecto, por que estoy cansado de pagar más por menos, de tener menos por más de mi entrega, de mi... de mi. Por que se me está enfriando la sopa y es mejor que vaya a comer.
Por cierto que el viernes pusieron esta canción al final... No es la gran cosa pero todo mundo se la sabe.
...por que cuesta tomar decisiones...
...por que se que va a doler...
...Por que yo por ti la vida daba...
... Por que todo lo que empieza acaba...
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