

Naturalmente es que por tercera ocasión para no perder la cuenta, todo pasó en orden, cabe aclarar que no en calma. A pedir de boca, elijan cual gato les gusta más.

«La vida no es buena; el hombre tampoco lo es. Quizá fuera más cómodo pensar lo contrario. La vida, a veces, presenta fugaces y luminosas ráfagas de simpatía, de sosiego e incluso también, ¿por qué no?, de amor... Pero no nos engañemos.»
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