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martes, 4 de agosto de 2009

Un Circuito Por Las Montañas del Norte

Quisiera decir que aún permanezco en esta aventura, pero no es posible, al menos por estos días ha terminado. Tenía cierta ansiedad por que llegara el día en que ocurriera lo previsto. Puede parecer incluso más largo el tiempo que se espera para que suceda, que el tiempo mientras se vive lo deseado.

Bien advertido estaba una vez que ya había aparecido el diablillo que llena de incertidumbre sobre el posbile peligro que nos espera en el futuro cercano. Es también extraño reconocer que en cada consulta antes de viajar, regularmente no falla la predicción, aún más tratándose de casos como este que intentaré contar. Fue entonces que no quedaba más que dejar que todo a su tiempo llegara...

Ya daré en su momento algunas definiciones sobre lo que significa la aparición de esta carta según las circunstancias.

No interfieras con el destino, deja que las cosas sucedan. Resignarse a esperar lo mejor no es tan dificil, pero resigarse a dejar que suceda algo desagradable siemrpe parece ser como si fuer algo más funesto que el karma que por intuición natural sabemos merecer.


Viernes: No sería extremo decir que el día estuvo lleno de fascinaciones, bonitos lugares y grandes detalles que ahora tienen un lugar en la biblioteca de mis mejores recuerdos. El día y la noche tuvieron sol a toda costa... ni nublado clima, ni nublado ambiente. Esos momentos viajerillos bien portados y generosos a pesar de presentar leves carencias. Procuré darle el valor justo de responsabilidad al caso que se presentó esa noche. La actitud a veces nos falla, ¿pero cómo enjuiciar blancamente un caso como este? Pensé que después de todo no tenía que esforzarme tanto, las cosas suceden cuando menos te las esperas... y vaya que sucedieron.



Sábado: El cansancio por tomarnos fotos en cada arbolito daba sus refrenos a mi acelerada voluntad por conocer más. Una sesión al aire, bla bla bla... y una charla que solo permitió un desahogo sin llegar a ninguna solución, bonito detalle. Que para entonces en el instante, los planes malévolos del león se cocinaban concretamente, a fuego rápìdo, muy muy rápido, asi como si no hubiera probado bocado de carne en varias semanas y la oportunidad de atrapar gacela fuera en temporada de escasez.


Pero esa solo era la visión del león, la realidad era otra, pues una emboscada aunque sea espontánea, debe ser calculada fríamente, no en caliente saboreando el momento antes de tiempo, ya que resulta un sabor muy distino al que se tiene en la boca con apenas imaginar su degustación. Cosa desagradable que muchos niegan querer aprender a pesar de cuántas veces cantidades le ha ocurrido anteriormente. Es que hay leones verdaderos reyes de su manada, y leones desterrados por falta de experiencia para coordinar siquiera su propia vida.


Llegada la hora nocturna, bien servida estuvo la comida como para tener ganas de cena, y para entonces ya nos esperaba un salón muy grande con buena música en vivo para foguear un baile que aunque no va con el perfíl prototípico que muchos tienen acerca de una persona como yo, sería interesante cuando menos disfrutar lo posible aunque no fuera lo deseado. El as debajo de la manga de repente lanzó la alerta para darme a la fuga. Después de todo la parte que justifica esta decisión del destino fue buena en el instante cuando decidí escapar unos cuantos metros, con lo que entonces ocurrió por completo la severa predicción que minutos antes no se veía por donde iba a llegar. Así entonces pude ver casi todo un deseo requerido a no se quien, en el que había pedido conocer a alguien que desde algunos años me había interesado y vivía entonces donde yo vivo ahora.

Aquí entonces es que viene a caber tanta coincidencia entre una ciudad y otra con tantos lugares diferentes, y presentarse la oportunidad esta vez. Ahora me impresiona recordar cuando una persona me ha dicho "Ten cuidado con lo que deseas... por que se puede volver realidad"
La verdad es que nunca me dan miedo mis deseos, siempre los hago con la voluntad de que se cumplan, y la más sana gratificación es ver que sucedan aún cuando parecen tan alejados. ¿Habrá sido esto una compensación a las decisiones tomadas desde el día anterior? Creo que al menos y en lo más mínimo podría arrepentirme de esto. Esperar la oportunidad, y esta misma apareciendo frente a mi entre más de 1,500 personas en un antro muy grande, lleno de vibra por todos lados y sin quedarme más que a estar dispuesto con valor tras no quedar otra opción cuando los amigos hacen su voluntad aparte.

Algo que me deja tranquilo es que las respuestas que daría estando tomado, serían las mismas que ahora estando sobrio podría dar. Tal vez un poco menos efusivas, más precisas, pero a fin de cuentas, las mismas.



Y a todo esto, hay algo que quisiera poder expresar en tonos que sean entendibles:
Tomar vuelo para despegar me conmueve. Es algo así como la sensación de saber que muy pronto estaremos desprotegidos, de saber que puede no haber lugar al error en los pasos subsecuentes, pero vamos... termina ocurriendo lo bueno y lo malo. Calificar este fin de semana tendría tonos distintos, por que así lo amerita el tiempo. No hago ahora más que intentar reconocer lo más agradable. En concreto estos espacios dejan por terminadas muchas dudas, y dejan abiertos capítulos con cuestiones difíciles que rebasan las expectativas que tenía. No puedo ahora resolver que tan favorable pueda llegar a ser. Dicen que como el dinero, la amistad va y viene. Dicen que el mal amor también, uno lo llama, y sin tanto esfuerzo ahi estará también. Llámese tristeza, llámese emoción, llámese fortuna, llámese decepción, llámese ninguna, llámese impresión.

Es verdad que no podemos gobernar en la voluntad de los demás, ya caigo en cuenta que algunos se equivocan por temor a equivocarse, lo gacho es que ver repetidas veces el hecho, acaba por desgastar las reservas de energía. Mi más entrañable intuición en este caso me dice que no debo pasar el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo conmigo.


pepe aguilar - perdoname.mp3

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