Hoy he leido parte de una novela que como en todo cierto aspecto, revela con indicios, muchas partes verídicas de la vida del escritor. Entre algunas por no entrar mucho en detalles, relataba puntualmente la situación crítica cuando ocurre un rompimiento sentimental. La situación comparativa entre la vida de quien ha tenido más experiencia y el que no la ha tenido antes de vivir el compromiso recien cortado.
A conclusiones fatalmente rematadas por falta de tiempo, veo que funcional y condicionalmente existe un proceso inevitable de vivencias nefastas y hasta funestas que parecen persistentes frente al hecho de que en la vida queramos tener a nuestro lado los recursos al menos imprescindibles para lograrte feliz y constante en correspondencia para esta reencarnación.
No es bueno entonces, dar mucho de lo que se tiene, a cambio de aparentemente recibir lo mismo o más, para después encontrarnos con los impuestos, términos y condiciones que ni siquiera estaban implícitos en el contrato con la acostumbrada letra chiquita (muy chiquita).
A conclusiones fatalmente rematadas por falta de tiempo, veo que funcional y condicionalmente existe un proceso inevitable de vivencias nefastas y hasta funestas que parecen persistentes frente al hecho de que en la vida queramos tener a nuestro lado los recursos al menos imprescindibles para lograrte feliz y constante en correspondencia para esta reencarnación.
No es bueno entonces, dar mucho de lo que se tiene, a cambio de aparentemente recibir lo mismo o más, para después encontrarnos con los impuestos, términos y condiciones que ni siquiera estaban implícitos en el contrato con la acostumbrada letra chiquita (muy chiquita).
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