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domingo, 7 de marzo de 2010

Pasiones de motel


Casilda es una mujer de vida y de mundo, le gustan las emociones fuertes y estar en constante movimiento para abatir el aburrimiento. Este domingo tuvo su aventurilla necesaria. Estando en casa encerrada por la tarde decidió tomar su celular y llamar a uno de sus amantes, en realidad al que más la hacía feliz en esos momentos de erotismo. Casilda es una mujer exigente en cuanto al amor en la cama se refiere, le gusta que le causen placer al por mayor y porsupuesto entregarse en cada momento, nada de intensidades absurdas. Así que tomó su auto, recogió a su amante y lo llevó al motel acostumbrado. le tomó el pulso para medir su estado emocional y de inmediato comenzaron los besos profundos al por mayor. Luego se quitó la ropa y prosiguió a hacer lo mismo con su amante besando cada parte de su cuerpo. Cuando la tuvo en éxtasis emitió un gemido más fuerte que todos los demás, luego su amante con su boca le calló para meter su lengua en lo más profundo. Estuvo rico ese beso y ese orgasmo. Pero una vez terminado el acto, prosiguió a refugiarse en los brazos de su hombre. Le dijo que lo amaba y que era el mejor, que le encantaba estar con el siempre que tenian oportunidad. Total que la gozó sabroso.

Para ella no es un malgaste de tiempo hacer esas cosas, todo lo contrario, mantiene vivo el punto sensible de la vida, el sexo es como su alimento vital que le permite sentirse cuando menos un poco querida por el mundo. En el fondo su sentir es de confusión y culpa, pero a ella le gusta coger con culpa, tal parece que es de cualquier modo ya su ultima opción a estas alturas de la vida. Por tanto a pesar de que lo quiere mucho y le da cada parte de su vida en los momentos que están juntos, siempre hace falta algo más. ¿Será insatisfecha? No lo creo, lo que pasa es que de cama en cama todo tiene un límite. El amor a veces llega y se asoma a su vida por un momento, y aún así la fiesta sigue.

Dice que vivir experiencias en moteles le da mas libertad de poderse expresar con mayor confianza, de hacer mas locuras o fantasías, pero que eso también le causa frustración por que el amor prohibido es fugaz como siempre. Pero claro, repitamos, le gusta coger con culpa.

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