Hoy estaba revisando el correo de una cuenta que tengo desde hace más de 8 años con intenciones de borrar elementos que ya no sirven, entre ellos una carta del 31 de enero de 2002 (mas de 7 años) en la que alguien estaba agradecido conmigo por ser un buen amigo, al menos en ese momento así me consideraba. También me recordaba que le gustaría tener mi amistad por toda la vida. Me pregunto si en ese momento se imaginaba que no faltaría mucho para que por detalles circunstanciales pensaría de manera distinta al poco tiempo.
Con lo anterior deduzco que fundamentalmente cuando uno se entrega como persona en apoyo incondicional y las cosas van bien, podemos pensar que eso puede durar toda la vida. En definitiva no siempre es así, pero está bien hacerse ilusiones. El problema surge a partir de que como seres humanos somos aprendices al modo de prueba y error.
Lo mismo pasa con otro mail del día 13 de febrero del 2003, osea hace 7 años también, con motivo del día del amor y la amistad. Supongo que en aquel entonces también me tenía en estima y consideración. Luego de una pisada de cola al diablo, por razones enteramente fundamentadas la cosa ya no volvió a ser igual jamás. Ni lo será por que cuando uno le da unfollow a alguien en la vida real, es por que elige buscar mejores expectativas circunstanciales de tiempo y modo para vivir mejor. Y en efecto, así fue. De ahí entonces que hasta me han reprochado cuando digo que "los amigos son como el dinero: van y vienen". Y es que el tema central de todo esto para mi siempre ha sido ante todo el de la lealtad. Pocos lo comprenden así, pero a veces soy muy radical, con todo y dolor de muelas.
Es preciso recordar entonces que los adioses se presentan indistintamente de lo mucho que uno puede llegar a esperar en los demás. El destino aporta ratitos de prueba al debilucho ser humano para que tenga su merecido cuando no lo cree merecer.
Con lo anterior deduzco que fundamentalmente cuando uno se entrega como persona en apoyo incondicional y las cosas van bien, podemos pensar que eso puede durar toda la vida. En definitiva no siempre es así, pero está bien hacerse ilusiones. El problema surge a partir de que como seres humanos somos aprendices al modo de prueba y error.
Lo mismo pasa con otro mail del día 13 de febrero del 2003, osea hace 7 años también, con motivo del día del amor y la amistad. Supongo que en aquel entonces también me tenía en estima y consideración. Luego de una pisada de cola al diablo, por razones enteramente fundamentadas la cosa ya no volvió a ser igual jamás. Ni lo será por que cuando uno le da unfollow a alguien en la vida real, es por que elige buscar mejores expectativas circunstanciales de tiempo y modo para vivir mejor. Y en efecto, así fue. De ahí entonces que hasta me han reprochado cuando digo que "los amigos son como el dinero: van y vienen". Y es que el tema central de todo esto para mi siempre ha sido ante todo el de la lealtad. Pocos lo comprenden así, pero a veces soy muy radical, con todo y dolor de muelas.
Es preciso recordar entonces que los adioses se presentan indistintamente de lo mucho que uno puede llegar a esperar en los demás. El destino aporta ratitos de prueba al debilucho ser humano para que tenga su merecido cuando no lo cree merecer.
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