Cuando tenía 17 años me reencontré con una amiga de la infancia, y las mismas circunstancias nos unieron por un tiempo. Ese tiempo estuvo lleno de aventuras novedosas cada día que nos veíamos. A veces se escapaba de su casa a las 12 de la noche, ibamos a recogerla y se brincaba por el jardín de atrás, luego de atravesar el terreno llegaba al auto y huíamos a cualquier lugar donde pudieramos divertirnos. En efecto, no eramos únicamente nosotros dos, pero digamos que ella era uno de los motivos por los cuales habríamos de enrolarnos en reventar noches clandestinas.
Una vez llegamos un poco más lejos de lo acostumbrado, allá donde las estrellas se pueden ver sin tanta contaminación de por medio. De pronto entre mi plática con otros amigos, ella nos interrumpió y dijo "Miren hacia aquella parte, ¿Lo ven? Es una señal". Era una estrella fugaz que duró más tiempo de las que eventualmente he visto en mi vida. Y así comenzó a decirnos que ella creía mucho en las señales que literalmente vemos en la realidad, pero que hay que saber interpretarlas, que no necesariamente tienen que ser mágicas pero si intuitivas al menos para uno mismo.
Ahora recuerdo aquello por que anoche vi una estrella fugaz, pero mi fin de semana estuvo lleno de muchisimas señales más. Los deseos que pedí mientras duraba su luz fueron concedidos casi de inmediato, cosa que me confirma dar el paso siguiente, el otro.
Hoy el chocolate caliente y la carne estuvieron de maravilla, el buen apetito también es otra señal clave para satisfacer y alimentar las ideas. Y finalmente la negación de las pastillitas de la vida no ha sido mejor señal para encontrar una conclusión que defina mi voluntad como algo inteligible, razonable y congruente. #Happy!
Una vez llegamos un poco más lejos de lo acostumbrado, allá donde las estrellas se pueden ver sin tanta contaminación de por medio. De pronto entre mi plática con otros amigos, ella nos interrumpió y dijo "Miren hacia aquella parte, ¿Lo ven? Es una señal". Era una estrella fugaz que duró más tiempo de las que eventualmente he visto en mi vida. Y así comenzó a decirnos que ella creía mucho en las señales que literalmente vemos en la realidad, pero que hay que saber interpretarlas, que no necesariamente tienen que ser mágicas pero si intuitivas al menos para uno mismo.
Ahora recuerdo aquello por que anoche vi una estrella fugaz, pero mi fin de semana estuvo lleno de muchisimas señales más. Los deseos que pedí mientras duraba su luz fueron concedidos casi de inmediato, cosa que me confirma dar el paso siguiente, el otro.
Hoy el chocolate caliente y la carne estuvieron de maravilla, el buen apetito también es otra señal clave para satisfacer y alimentar las ideas. Y finalmente la negación de las pastillitas de la vida no ha sido mejor señal para encontrar una conclusión que defina mi voluntad como algo inteligible, razonable y congruente. #Happy!
0 comentarios:
Publicar un comentario